Parece que estas semanas el tema va de clásicos, pero ¡menudos clásicos! Esta vez hablaremos del legendario Mercedes-Benz 300 SL un coche que recibió diferentes nombres a lo largo de su vida y que se presentó en 1954.
Inicialmente el Mercedes-Benz 300 SL fue conocido como Gull Wing o Alas de Gaviota y posteriormente fue apodado Widowmaker o el Hacedor de viudas.
Este segundo apodo se lo ganó debido a que muchos propietarios adinerados perdieron la vida en manos de un 300 SL, lo que no es de extrañar teniendo en cuenta que su motor de 3.000 c.c. (de donde recibía el nombre de 300 SL) entregaba 243 CV y alcanzaba una velocidad máxima de 245 km/h, cifras más que suficientes para considerarlo uno de los primeros superdeportivos de la época.
Por otra parte, las siglas SL hacían referencia a Sport Leicht, deportivo ligero en alemán.
La primera versión del Alas de Gaviota
La primera versión del Mercedes-Benz 300 SL conocida como W194 había sido creada por y para la competición y se usó para correr, entre otros grandes premios, las 24 horas de Lemans y la mítica carrera Panamericana. En ambas, el Mercedes 300 SL se proclamó ganador.
Este vehículo solamente tenía una misión, competir; por lo que era un vehículo muy rápido y ligero para la época. Pero como es evidente, carecía de todo tipo de comodidades y homologación para calle.
El nacimiento del 300SL de calle
Su nacimiento fue sugerido por Max Hoffman, un conocido importador de vehículos europeos de lujo, Australiano y con sede en Nueva York en la década de 1950.
Hoffman, que tenia trato habitual con Mercedes-Benz, presionó a la casa para que desarrollaran el 300 SL W198 una versión de calle del W194. Para ello, Hoffman justificaba conocer a la perfección el público estadounidense; por lo que pronto en Stuttgart empezaron a desarrollar el Alas de Gaviota.
El 6 de febrero de 1954 fue presentado en el salón de Nueva York como uno de los vehículos de calle más rápidos del momento. El 300 SL tubo éxito, mucho más éxito del que Mercedes-Benz esperaba.
Se hicieron un total de 1.400 unidades de las cuales un 80% se vendió a la burguesía Norte Americana.
Qué diferenciaba la versión de calle de la de competición
Lo más característico del W198 fue que se le integraron en los laterales, salidas de aire que permitían evacuar la elevada temperatura originada por el potente motor, evitando la entrada en el habitáculo interior.
Además, el interior se cuidó hasta el más mínimo detalle en la versión de calle y el diseño exterior obtuvo variaciones.
Aún así, se mantuvo su seña de identidad, las puertas alas de gaviota, auque esta vez un poco más grandes para la versión de calle.
Otro cambio que afecto al rendimiento de la versión de calle fue la instalación de paneles de acero que reducían costes frente a los paneles de aleación ligera de la versión de competición.
Para suplir esta demanda de potencia extra, originada por el peso, se le entregó un nuevo motor con más poténcia.
¿Por qué se apodó Alas de Gaviota?
La respuesta a esta pregunta es más que evidente, pero para aquellos que aún no lo sepan, el apodo de Alas de Gaviota era debido a la configuración de sus puertas que en vez de abrirse lateralmente habían sido diseñadas para abrirse verticalmente dejando claramente visible la silueta de las alas de una gaviota cuando ambas se abrían por completo.
Aunque, resulta más interesante, saber porqué en aquella época se optó por este diseño. De hecho, la configuración de las puertas verticales nació fruto de la falta de espacio en el Mercedes 300 SL.
Para entender el porqué del diseño de las puertas, debemos centrarnos en el chasis. El chasis tubular era ligero pero la configuración de las barras que lo conformaban se prolongaban a lo largo de los laterales del coche, lo que impedía la instalación de unas puertas convencionales.
Sin duda el diseño de las puertas fue una gran apuesta por parte de Mercedes-Benz que posteriormenete hizo del 300 SL su seña de identidad.
Mercedes 300SL Roadster
Tras el enorme éxito de ventas del modelo, Mercedes-Benz vio otra posibilidad y creó la versión descapotable del Mercdes-Benz 300 SL, el Roadster, un sueño para muchos Americanos ya que permitía circular con el techo descapotado favoreciendo la entrada de aire en el estrecho habitáculo.
Debemos tener en cuenta que la primera versión de calle del 300 SL (aunque se había modificado para eliminar gran parte del calor generado por el motor gracias a sus salidas laterales), no permitía bajar las ventanas. Lo que hacía que en zonas calurosas como en California, de donde procedían la gran mayoría de los clientes, el habitáculo interior del vehículo alcanzase altas temperaturas.
Cambios en el diseño del 300SL Roadster
Para conseguir diseñar un roadster de la carrocería del 300 SL se tubo que modificar el chasis. Las puertas ya no podían ser las míticas Alas de Gaviota ya que este diseño carecía de techo donde sujetarlas y su chasis no permitía instalar puertas de tipo convencional, por lo que se optó por girar 90 grados la estructura del chasis tubular, y las barras que impedían la apertura normal de las puertas fueron situadas bajo el plano.
Este cambio junto con la adopción de un techo desmontable propició una falta de rigidez al conjunto, que le hacía perder la esencia del vehículo de carreras del cual provenía.
En definitiva, su falta de rigidez no lo hacía óptimo para el uso en circuitos.
Aún así, no todo era negativo para el Mercedes-Benz 300 SL Roadster, el motor se volvió a retocar y esta vez ya entregaba 250 CV y se acompañaba de un sistema de frenos de disco que garantizaba una buena frenada.
Con esta edición roadster, en 1963 se dejó de fabricar el Mercedes-Benz 300 SL y fue substituido por el Mercedes-Benz Pagoda 230SL.
El 300 SL a día de hoy
Su silueta y sus puertas tipo alas de gaviota hicieron del Mercedes-Benz 300 SL uno de los vehículos deportivos más bellos de la época y aun hoy en día sigue conservando esa cualidad. Lo que ha propiciado que sea un vehículo extremadamente cotizado en ambos lados del charco llegando en algunas ocasiones a superar el millón de dólares (moneda de cambio cuando se trata de compra venta de vehículos clásicos) en unidades perfectamente conservadas o restauradas.