Cuando oímos Wankel directamente nos viene a la cabeza Felix Wankel, el ingeniero alemán inventor del motor rotativo montado en famosos vehículos como el RX-7 de la marca japonesa.
Debes saber que Mercedes-Benz también tuvo su momento de gloria con el motor Wankel durante los años 60.
El Motor Wankel
El motor de tipo Wankel también conocido como rotativo, a diferencia del motor de combustión, utiliza rotores en vez de pistones por lo que su movimiento ya permite una transmisión directa a las ruedas ganado efectividad. Además, al no tener pistones es más bajo y compacto lo que permite a los vehículos que lo montan tener un centro de gravedad mucho más bajo y un mejor equilibrio del balanceo del motor.
El C 111 de Mercedes-Benz y el motor rotativo
Aunque fue una plataforma experimental, el C 111 de Mercedes fue el primer vehículo de Mercedes que apareció en 1969 y montaba un motor tipo Wankel para su propulsión.
Su carrocería elaborada en fibra de vidrio junto a su motor, montado en disposición central trasera, le permitió una relación de peso potencia más que suficiente para alcanzar velocidades difícilmente vistas en aquel momento. Velocidades que se acercaban a los 270 km/h en las pruebas de velocidad.
Se dice, que este vehículo podría haber llegado a superar los 290 km/h en estas pruebas, aunque para esta versión con motor Wankel nunca se llegó a probar.
Se construyeron 4 versiones del C 111, dos con motores Wankel (con 3 y 4 rotores) y dos más con motores gasolina y diésel.
El objetivo de la creación de estas unidades de prueba era testear los avances en cuanto a motores, aerodinámica y componentes de la suspensión que había hecho hasta el momento Mercedes-Benz con el objetivo de introducir estos componentes en sus vehículos deportivos de producción en serie.
El primer Mercedes C 111 con motor Wankel montaba tres rotores de inyección directa que brindaban una potencia de 280 CV, sin embargo, nunca se llegó a fabricar en serie debido a las restrictivas normativas de contaminación de la época, que afectaban directamente a este vehículo.
Pero aquí no se acabó la historia del motor Wankel de Mercedes-Benz, a finales de los años 60 Mercedes investigaba con varias mulas que montaban esta disposición de motor en un Mercedes-Benz SL, ¡¡¡sí!! has leído bien, era un SL. Concretamente en el W133 al que llamaron W 33-29.
Este Proyecto experimental producía 203 CV a 5600rpm lo que le permitía alcanzar una velocidad máxima de 205 km/h, 10 km/h más rápido que el conocido Mercedes-Benz 280 SL de la época.
Aunque nunca un SL había sido concebido para albergar este tipo de motores, lo cierto es que los ingenieros de Mercedes-Benz de aquel momento se las ingeniaron para que lo hiciese.
¿Por qué no se fabrican motores Wankel o de tipo rotativos actualmente?
Aunque todo pueda parecer hermoso, la realidad es otra, el motor Wankel es un motor que requiere una constante atención. Al ser un motor en el que el freno de motor es prácticamente nulo, necesita compensarlo con un mejor kit de frenado lo que por norma general, aumenta su precio y su mantenimiento.
Es un motor que consume aceite a diferencia del motor convencional, por lo que deberíamos estar revisando constantemente el nivel, por no hablar de las emisiones contaminantes…
Por otra parte, las piezas que conforman dicho motor tienen un desgaste mucho mayor que en un motor convencional y deben ser reemplazadas. Estas piezas habitualmente son mucho más caras que en un motor convencional.
En definitiva, aunque el motor Wankel sea una verdadera obra de ingeniería lo cierto es que no sería cómodo equipar los vehículos con este tipo de motores para el usuario de hoy en día.